Tío Julián, tío Flores, tío Martín, Tío Orosio, Eufemio, Marcelino, Celso, Ricardo, Domi, Paco, Toribio, Pedro, Quilino, Clemente o Dionisio, han compartido sus recuerdos para
nuestro blog.
· Distintos años, todos ellos con un denominador común: ¡¡¡¡los buenos recuerdos!!!!
La Quinta del 42: Tío Julian Gonzalez, con sus 92 años y su buena memoria nos ha trasladado hasta su quinta por unos momentos. Recuerda que eran sobre unos 26 quintos, la quinta más numerosa de la época. Recuerda a casi todos sus quintos: Eutimio, Genaro, Pitusi (Andrés), Sergi, Prordi, Mariano el de Tio Juliato, Juan de los Calderos, Hilario sardina, Galo, Siro, Manolo el del señor maestro, Rapa, Moisés, Deus, Vitoriano de los pepos, Aquilino, Vitorio, Nicolas el hermano de Pancho y Obdulio.
El Alcalde era Vicentón el de Navaquesera, fue el encargado de tallarlos a todos en el Ayuntamiento. El médico era D. José Molina aunque de él no recuerda mucho.
La casa de los quintos ese año fue la casa de Tio Rafuche, donde se encuentra hoy la casa de Tio Genaro. Los gaiteros Faustino, Roque y al bombo Tio Pancho.
Los gallos los corrieron en la carretera de abajo donde Tía Ana. Cada uno llevó su gallo, el más hermoso del corral y su burro para correrlos y como acompañantes las hermanas de los quintos.
Los guardas eran Leoncio Pichice y Claudio el de Eusebio Mulillo, ellos fueron con la yunta a por el carro de leña para los quintos.
La fiesta duró 8 largos días, en las que no falto el baile en la plaza y en la casa de los quintos y recuerda que para encender la lumbre, robaban los piornos por los "tinaos". La vaquilla tambien la corrieron en la plaza.
Son muchos los que faltan pero su recuerdo perdura en su mente como si fuera ayer y una sonrisa se dibuja en su rostro.
Despues salío de Hoyocasero cumplir su servicio militar, 27 meses en Madrid, 9 meses en Vitoria y 3 meses en Irún. Tres años y medio de Mili.
El alcalde de Hoyocasero era tío Teodoro
Minguito (padre de Maruja la del vino) y de secretario, ejercía tío Rufino.
La casa de los quintos la de tío Generalillo.
Los músicos estaban en casa, tío Flores y tío
Faustino amenizaron la fiesta. Los gallos se corrieron en las eras de abajo y
la vaquilla en la plaza.
Rodríguez, (tío Hilandero) y Efraín Romero (de tío Boiticario)
El Alcalde de la época Vicente del Río (Tío
Vicentón) y el médico D. José Molina.
La casa de los Quintos la de tío Mariano
Curro, la cual estaba en obras, teniendo que hacerle los quintos una puerta y
comprometerse como pago a ir a heno para él….
Los músicos de esta quinta: Lidio, tío
Faustino y tío Flores.
Pero si algo recuerda tío Martín con
nostalgia, era la alegría con la que se celebraba todo.
El Alcalde ese año: Tío Prudencio el del
comercio
El Médico: D. José Molina, al que después de
tallarlos, le invitaron a tomar un chato vino, y terminó con una buena
borrachera.
Como anécdota, tío Orosio, nos cuenta que
este año fue el último en el que los gallos se corrieron en la carretera, a
partir de aquí, los gallos se corrieron en las callejas de las eras de abajo.
Tío Orosio, se marchó a la mili, y recorrió
Toledo, Segovia y Zaragoza, terminando su servicio militar en Madrid.
La Quinta del 54: Eufemio Ángel Martín es quien nos cuenta cómo fue su quinta y quien lo fue junto a él: Felipe Garcia (Mingala), Román Casillas, Tiliano del Río, Alejandro Martín (Sardina) y Enrique Jiménez (Inguela) .

Los tallaron en el Ayuntamiento, el alcalde el Sr. Tiburcio Hernández y el médico D. José Molina.
Los músicos que les acompañaron todo el carnaval, Tío Faíco con la bandurria y Manolo (el marido de Felisa) con la guitarra.
La casa de los Quintos fue una que les dejó el Sr. Evaristo, padre de Román, en el Barrio de los Colomas. Estuvo abierta todo el invierno.
Cuenta que, la fiesta comenzaba el día que iban a recoger el carro de leña. Ese año tuvieron que ir a la Pinaílla, con algunos pastores que les ayudaban y, también con el Sobreguarda del pueblo, que era, por aquel entonces, Ángel Manguero. Les daban un carro, pero convencieronal Alcalde para que les dejara traer la leña en dos, para no cargarlos tanto. Allí comían todos los que habían participado y, una vez que llegaban al pueblo, se paseaban con los carros, por
todas las calles para que los vecinos les echaran una rama de piorno o un trozo de leña cada uno, como era costumbre y, se les convidaba con un trago de vino.
Recuerda que uno de los carros de leña lo compró el Sr. Conrado.
todas las calles para que los vecinos les echaran una rama de piorno o un trozo de leña cada uno, como era costumbre y, se les convidaba con un trago de vino.
Recuerda que uno de los carros de leña lo compró el Sr. Conrado.
Los gallos se corrieron en Las Eras de La Ruíz, todos vestidos de gala, ellos con traje y ellas con el traje de serrana. La fiesta la continuaron durante una semana completa.
La mili la hizo en Campamento, en la 71 de Artillería, pero solo estuvo 3 meses y medio,porque salió excedente de cupo.
La Quinta del 59: Los
Quintos: Jesús Múñoz, Pedro González, Florencio Díaz Casillas, Gabino González
y Marcelino Martín Blázquez. Algunas de las “quintas”, Luci, Vitor y Federica.
El
Alcalde de la época: D. Orosio, el Marido de Dña. Carmen.
El
Médico: D. José Molina.
Los
gallos, se corrieron en las eras de abajo y la casa donde los Quintos
celebraron su fiesta la de tío Zoilo.
La Quinta del
62: Los
Quintos: Celso Martín Blázquez, Martín González, Rufino Rodríguez, Mariano
González López, Leoncio de la Cruz Gil, Aurelio Blázquez y Francisco Martín
González. Algunas de las “quintas”: Vitor y Federica.
El
Alcalde de este año: Tío Tiburcio Hernández
Los
músicos: Demetrio y Alejandro.
Los
gallos aquí ya se corrieron en las Eras de la Ruíz. Testimonio gráfico nos
queda aportado por Celso Martín, de cómo los Quintos iban ataviados con arado,
cencerros y paja, echándola por la plaza antes de que sus quintas corrieran la
vaquilla.
El Alcalde de aquella quinta, tío Roga y el
médico encargado de pasar el reconocimiento D. Avelino. La casa de los Quintos
estuvo este año donde vivía Jesús Coloma, su propietaria Tía Martina Jiménez.
Dionisio recuerda que hasta 18 cántaros de vino bebieron los quintos y sus
convidados.
La música este año corrió a cargo de Félix
Curro y Domingo.
De Alcalde seguía tío Roga y el médico era D.
Macario, quién cuando le invitaron a un trago de vino, le habían aflojado la
rosca a la bota y se lo echo todo por encima.
Este año la casa era la de tío José (Vallejo)
y la música corrió a cargo de Ricardo.
El Alcalde: de momento una incógnita
Domi, también recuerda el baile que hacían, cuando iban a buscar a las mozas y acompañarlas después.
Los músicos este año eran Félix Curro y Deme.
A Ricardo lo acompaño su hermana Vitoria.
El Alcalde de la época: Tío Roga
Los músicos: Deme, Satus y Domingo
Los gallos en esta quinta se corrieron en las
eras de la Ruíz ,
y Ricardo recuerda la buena fiesta que se montaba en torno a los Quintos.
De Alcalde este año estaba tío Mariano
Blázquez y el médico encargado de reconocer a los mozos D. Esteban.
Para la ocasión la casa que les dejaron fue
la de Tía Prima en el barrio chico de Hoyocasero.
Los músicos: Ricardo y Domi.
El Alcalde, casi con seguridad tío Roga.
Los gallos se corrieron en las eras de la Ruíz , y como anécdota,
recuerda que compraron un carnero enorme al que fueron a buscar a la Villa.
Como anécdota aparte
mencionaremos una que nos ha llegado de tío Flores, estando de pastor con sus
ovejas, al caer la tarde y cerrarlas en el redil donde hoy está el campo de
fútbol, los Quintos le fueron a buscar para que tocara, y se fue con ellos. En
uno de los parones que hicieron, tío Flores escucho a sus ovejas, adivinando
casi de inmediato que se habían salido del redil, y nada allí fueron los
músicos a cerrar las ovejas, acompañado por los quintos de ese año.
Me parece que estais haciendo una labor digna de valorar. Emociona mucho ver a la gente de tu pueblo, lo que vivieron en su momento y a la vez pensar como cambia todo, lo más importante de esto es poder saber muchas cosas y volverlas a recordar gracias a vuestro empeño en recuperar tradiciones, vivencias, y que las nuevas generaciones tengan la oportunidad de conocer un poco como se vivian, en este caso, las fiestas de los quintos (que no tienen nada que ver con las de ahora....), ojalá esto sirva para reflexionar y recuperar viejas y bonitas tradiciones.
ResponderEliminarGracias Carlos, es muy emocionante y reconfortante para nosotras ver nuestro trabajo reconocido. Esto es tarea de muchos y gracias a la ilusión y la colaboración de todos los vecinos de nuestro pueblo, seguiremos adelante.
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