lunes, 3 de febrero de 2014

POR SAN BLAS.....

Hay un dicho popular en Hoyocasero que dice: Por San Blas, la Cigüeña verás, si la vieres año de bienes y si no..., año de nieves.



Blas de Sebaste, venerado como San Blas, fue un médico, Obispo de Sebaste en Armenia, siendo además un mártir cristiano. Hizo vida ere mítica en una cueva en el bosque del monte Argeus, que convirtió en su sede episcopal. Fue torturado y ejecutado en la época del emperador romano Linio, durante las persecuciones a los cristianos de principios del siglo IV.
Su culto se extendió por todo Oriente, y más tarde por Occidente. En la Edad Media, se llegaron a contabilizar solamente en Roma 35 iglesias bajo su advocación. Se lo considera patrono de los enfermos de garganta (faringe), y de los otorrinolaringólogos


Según la tradición, Blas de Sebaste era conocido por su don de curación milagrosa, que aplicaba tanto a personas como a animales. Salvó la vida de un niño que se ahogaba al trabársele en la garganta una espina de pescado. Este sería el origen de la costumbre de bendecir las gargantas el día de su fiesta el 3 de febrero.


Cuando llegó a Sebaste la persecución de Agrícola (gobernador de Capadocia) contra los cristianos (la última  persecución romana), sus cazadores fueron a buscar animales para los juegos de la arena en el bosque de Argeus y encontraron muchos de ellos esperando fuera de la cueva de San Blas. Allí encontraron a Blas en oración y le detuvieron. 

Agrícola trató sin éxito de hacerle renegar de su fe. En la prisión, Blas sanó a algunos prisioneros. Entonces el gobernador le mandó matar y fue arrojado a un lago. Pero Blas, de pie sobre la superficie (como el milagro atribuido también a Jesucristo), invitó a sus perseguidores a caminar sobre las aguas y así demostrar el poder de sus dioses. Pero todos se ahogaron. Cuando volvió a tierra (por orden de un ángel), fue torturado (colgado de un poste y lacerado con rastrillos de cardar) y finalmente decapitado. Según el Diccionario de los Santos, las Actas de este mártir carecen de consistencia histórica, pero fueron muy populares a partir del alto medievo, tanto en Oriente como en Occidente, donde llegaron a través de diversas traducciones latinas de un texto griego.

Su culto se extendió pronto por toda la iglesia. Es costumbre popular invocarle particularmente para remediar afecciones de la garganta.


Hoyocasero, también venera la imagen de San Blas, antaño era sacado en procesión por el pueblo y tras finalizar la misa, la gente acudía con lazos, o las cadenas que habitualmente portaban para pasársela al Santo y que nos librara del garrotillo (Se entendió por “Garrotillo” en España, durante varios siglos (del XVI al XIX), a la enfermedad que posteriormente se conocería por DIFTERIA y que fue la causante de una gran mortalidad desde el principio de los tiempos, la cual afectaba a la garganta). Hoy en día nuestros mayores siguen pasando los lazos por el Santo para que les libre de las enfermedades de garganta.

También se celebraba la "Olla", costumbre que hacía reunirse a los amigos y como en la "calbotá", juntarse en una casa, donde lo más tradicional era asar las castañas y pasar unos buenos ratos juntos.


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